domingo, 29 de abril de 2012


BUSCANDO UN CONGRESO

Las encuestas realizadas periódicamente por distintas empresas, revelan que el  tema de credibilidad de los organismos públicos lo que están jalados son el Congreso de la República, el Poder Judicial y la Policía Nacional por diversas razones, burocracia, lentitud, falta de servicio a la comunidad y corrupción.

En el caso del Poder Legislativo, el descredito  se da desde hace tiempo, sino recordemos por que Alberto Fujimori cerro el Congreso en 1992 (tenia 60 senadores y 120 diputados), se asume por obstrucción al régimen y por ineficiente, de allí se redujo a 120  representantes, donde el sistema era múltiple, no zonal como se hacía normalmente, el resultado casi el mismo, solo se trabajo la nueva constitución y algunos asuntos más de acuerdo con el momento del país.

Para los especialistas algo criticable era la calidad  de los nuevos congresistas, por allí tuvimos a Susy Díaz, sin carrera alguna, solo conocida por ser una vedette gano una curul poniéndose el número trece en una parte del cuerpo emulando a la Cicciolina (artista porno italiana), al ser el legislativo una representación nacional, también se debía garantizar conocimientos básicos sobre este organismo (gran parte del cerrado congreso eran abogados, doctores, ingenieros, etc.), pero solo se usaba para obtener mayoría política.
ABRIL 1992, AUTOGOLPE Y TOMA DEL CONGRESO

En general lo que ha destacado varias gestiones del Congreso ha sido  el bajo nivel de las leyes producidas, donde la preocupación era saludar por el aniversario de un pueblo “x” o luchar por crear una universidad sin presupuesto. Esto agregado a los altos ingresos que reciben por su cargo (aun no se sabe cuánto es oficialmente), los beneficios por gastos operativos (que al final lo sumaron a su emolumento), empeorando su imagen, presentándolo como una agencia de empleo y recuperación de gastos de campaña.

Muchos sobrenombres han surgido en cada gestión congresal como el “mataperro”- congresista que mato de un balazo un inofensivo perro- , la “lavapies”, - conocida por ser una abogada que obligo a su empleada a  realzar labores extras- , o el “comepollo” – congresista que por justificar gastos fue a parar a los fueros judiciales por falsificación de documentos. A todo  esto no falto la colocación de la familia en los staff de otros congresistas  y también de las amigas especiales.

La nueva gestión gubernamental ingreso el 28 de julio con bríos de tolerancia cero a la corrupción, honestidad e inclusión social, pero solo fueron intenciones, pues en esta pléyade de legisladores cayeron el congresista oficialista Amador Romero “el comeoro”, por sus concesiones mineras y otros colegas suyos con problemas judiciales que no quieren afrontar y por otro lado su Presidente Daniel Abugattas, con mal genio que n aguanta critica alguna su gestión.

La verdadera labor del congreso está pendiente, falta elegir al Defensor del Pueblo, pues desde que Beatriz Merino terminó su periodo el actual es interino, también los miembros del Tribunal Constitucional deben ser renovados y los directivos del Banco Central de Reserva igualmente. Según algunos parlamentarios falta consenso, pues parece que se busca colocar gente cercana a la línea gubernamental.
UN VERDADERO VOTO DEMOCRATICO

Un mejor Parlamento pasa por varias modificaciones, que se resisten los padres de la patria a ejecutar, como la renovación  por tercios o mitades a media gestión, también a obligar a tener estudios superiores a aquellos que ocuparan una curul, quitar la inmunidad parlamentaria (para evitar que afronten sus problemas legales) y algo que la población reclama: el voto voluntario  (somos uno de los pocos en los que aun se obliga a elegir), esto realmente permitiría un voto a conciencia y un trabajo más duro para los candidatos para darnos a conocer quiénes son y que pueden hacer por nuestro país. ¿Estas reformas se darán algún día?  Francamente lo dudamos.

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