EL
GOBIERNO FRENTE A LA DELINCUENCIA
Esta
crisis nos está llevando a límites parecidos a Colombia, Brasil o México, donde
las pandillas ponen en jaque a la ciudadanía y los facinerosos ya no solo usan
navaja como en los viejos tiempos, pues ahora poseen armas de guerra, se
movilizan en autos modernos, pero sobre todo ya no respetan la vida humana,
pues logren o no su botín asesinan o hieren a su víctima.
A
tanto se ha llegado, que el trabajo de taxista no es seguro puesto
que muchos son asaltados para quitarle sus vehículos, siendo asesinado durante
el atraco. A nivel nacional las
investigaciones señalan a Trujillo como una ciudad de alto riesgo, pues muchos
transportistas son amenazados obligándolos
a pagar un cupo pues si no lo hacen matan al chofer o queman la unidad.
Los
especialistas indican que el uso de menores de edad en este tipo de delito es
frecuente, porque la ley lo sanciona
enviándolo al Centro Correccional de Maranga, donde so se cumple a
cabalidad su principal labor corregir al
menor, al contrario se contaminan al convivir con otros internos muchos más
peligros. Es conocido el caso el Trujillo del malhechor con el apelativo como “Gringasho”, que en su
record criminal tiene al menos 10
muertos y es considerado el delincuente más joven del país, pues solo tiene 15
años.
En
los medios de comunicación, la cantidad de páginas o minutos dedicados a la
sección policial ha crecido, allí vemos noticias como el asalto a una mujer en
una unidad de transporte público, donde luego de quitarle el dinero la mataron
allí mismo, o el caso de la niña Romina que con solo 9 años fue víctima de
delincuentes, que para robarles dinero a sus abuelos le dispararon dejándola
cuadripléjica. A todo esto le agregamos las extorsiones telefónicas, con
llamadas que salen de los penales, que se asume tienen bloqueadores de
celulares, donde ranqueados delincuentes
aun pueden atormentar a la ciudadanía.
Este
problema, que ha obligado al ciudadano a poner rejas en sus calles, alarmas en
sus casas y los de mayor posibilidad adquirir un arma de fuego, pues la
confianza ante tanta delincuencia que se disfraza de cuello y corbata, hace que
caminemos a salto de mata, siempre mirando si alguien nos sigue, sospechando de
todos. Pues tenemos una Policía mal implementada y los serenos no hacen mucho
teniendo solo una vara al cinto, frente a una pistola.
Pero
que hace la autoridad frente a esto, pues la creación del Consejo Nacional de
Seguridad Ciudadana (CONASEC), donde confluyen ministerios, municipios y
organizaciones civiles, todos dirigido por el mismo Presidente de la República,
que en su primera reunión daba órdenes como si estuviera en un cuartel. Los
resultados de esta labor aun no revela
un lineamiento claro, pues se sabe que a pesar de estar obligados los
municipios a presentar un plan de seguridad ciudadana, solo el 2% lo ha hecho.
LABOR ABNEGADA DE LA POLICIA NACIONAL
Hay que felicitar de
hecho a nuestra Policía Nacional, pues pese a las limitaciones logran capturar
bandas, decomisando armas, drogas y autos, pero lo criticable es el trabajo del
Poder Judicial que con facilidad y sin criterio dejan en libertad a los
delincuentes. Es hora de que el CONASEC entre en una verdadera labor
coordinadora para que se puede disminuir este mal que a todos nos afecta y no
regresemos al temor en que vivíamos en los 80 con el terrorismo.
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