MEGATRABAJO
DE INVESTIGACION
Los
cambios de gobiernos representan un
arduo trabajo de fiscalización, en el
caso de las gestiones apristas (dos gobiernos de Alan García), esta labor es
más intensa por todo lo que genera, pues en su primer periodo hizo una maestría
usando a la economía peruana como conejillo de indias, con conocidos resultado
como una inflación galopante, aislamiento internacional y un fallido
experimento de estatizar la banca.
A
parte de todo esto, las cuentas sobre el tren eléctrico por su forma de
adjudicación, los negociados y el reparto de comisiones, agregándose la
corrupción en el novedoso régimen aprista que llegaba al poder después de
60años, luego de tantas investigaciones hechas por el Poder Judicial y el
Congreso, mientras que el saliente mandatario se fue del país en un exilio,
espero que prescribiera las acusaciones en su contra para aprovechar de
retornar a nuestro país cuando celebramos la caída del régimen fujimorista.
El
2001, un maduro Alan García retornó al Perú, para presentarse como candidato a
la presidencia, esta vez su mercado política lo buscó entre los jóvenes, pues
aquellos que pasamos las penurias de su primer gobierno no votaríamos por él
jamás. Entre sus rivales estaban Alejandro Toledo y Lourdes Flores, al final en
segunda vuelta paso junto con el líder de la chacana, pero tan arraigado era la
popularidad del líder peruposibilista y el temor al ex mandatario (a pesar de
todo logro un 43% del total de votantes), que se eligió al Toledo Manrique,
como una esperanza de algo mejor.
Ya
en su nuevo intento, siguió engatusando a los jóvenes y en segunda vuelta compitió con un Ollanta Humala rebelde
dispuesto a provocar un terremoto político, pero el temor creado por el líder
nacionalista provocó un rechazo general que al final se eligió al menos malo.
Ahora García Pérez encontró un mejor panorama, un buen colchón financiera, esto
le permitió continuar obras de su antecesor y a su vez planear nuevos proyectos
como electrificación rural, carreteras, construcción de postas médicas y el
mejoramiento del sector educación y claro reiniciar las obras del tren
eléctrico paralizadas desde 1990.
Pero
como siempre el temor de corrupción hacía que se manchara la gestión, se
presentaban denuncias a través de los medios de comunicación, el favoritismo y
filtraciones a nivel de los programas sociales, aunque la imagen internacional
del país crecía, pues teníamos más turistas, más inversiones, pasar sin
problema la gran crisis financiera que afectó al mundo el 2008. Sin embargo el
tema de la reducción pobreza seguía siendo grave pues había una desidia por parte del gobierno y claro a
ritmo de polka logro inaugurar su tren eléctrico el 26 de julio de 2010.
El
renovado gobierno de Ollanta Humala, elegido por votación popular, formo casi inmediatamente
una gran comisión que investigue de lo ejecutado por el régimen saliente, pero nació con problemas
pues no se tenía la logística necesaria y también las lucha internas entre los
miembros de comisión por definir la comisión, la llamada mega comisión,
presidida por un congresista fujimorista.
Empezó su camino investigación del los llamados colegios emblemáticos descubriéndose gastos mas allá de los que
especificaban los contratos, trabajos de maquillaje arquitectónicos y
compadrazgo para otorgar las obras a los amigos del gobierno.
La
ejecución de obras de agua y vivienda, también tiene visos de corrupción pues
se encontró que se violaron normas básicas, pues Sedapal (Empresa de agua de
Lima) transfirió 800 millones de soles al Ministerio de Vivienda para que l use
en su programa “agua para todos”, durante la gestión del Ministro Garrido
Lecca, acto que se ejecuto por conveniencia política. Otra perla para el collar
aprista fue los nada claros préstamos del Banco de Materiales y que por desecho
a los rellenos sanitarios de miles de expedientes también se descubrió este robo al estado.
MEGATRABAJO PARA DESENMARAÑAR AL APRA
Mucho
trabajo por hacer, muchos ministros que deberían pasar por el Congreso para
aclarar su actuación como encargados de los sectores de educación, salud, vivienda,
defensa, etc., una gran tarea para Sergio Tejada, que a primera vista no
pareciera suficiente los plazos concedidos y tendría trabajo hasta el 2016 para
desenmarañar los misterios del segundo gobierno aprista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario