CASI DESPEDIDOS, CASI OLVIDADOS

El tema laboral que tiene hoy el Perú, este Perú que hoy crece se debe en gran parte a muchos trabajadores contratados vía CAS (Contrato Administrativo de Servicio) antes conocido como SNP (Servicios No Personales), en tota según los datos oficiales en la administración pública existen unos 180 personas  bajo este sistema de trabajo, muchos de ellos trabajando para ministerios, municipalidades  y órganos afines.

Que era SNP?, pues un concepto práctico era un trabajador que asistía  algún corto tiempo (se asume menos de 8 horas) pues era contratado para una labor especifica, el sueldo lo ponía su empleador que la tener un trabajador SNP, se libraba de pagar seguro social, gratificación, vacaciones, etc. La realidad era  que Juan Pérez se presentaba en el Ministerio a las ocho de la mañana y salía como cualquiera trabajador a las cinco de la tarde, ¿Cuánto tiempo estuvo al servicio de la empresa o ministerio? Muchos “Juan Pérez”  tenían ocho, nueve o diez años, sin los beneficios laborales que le corresponde y cuando la administración creía conveniente prescindir de los servicios  cortaba su contrato, eso incluía a las mujeres embarazadas, siempre ganando pues no había liquidación alguna.

Con  el tiempo se cambio el nombre a Contrato Administrativos de Servicio, ahora con algunos modificaciones a favor del trabajador pues ya contaban con seguro social y vacaciones, pero mientras esto la cantidad de personal  bajo este sistema aumento  llegó a 180 mil, por ejemplo  la Municipalidad de Lima durante la gestión de Alberto Andrade solo el 20% de personal  era estable, el resto  entre ellos abogados, doctores, etc.; estaban bajo el contrato de plazo, siendo una espada de Damocles la amenaza de despido.

Por otro lado el Congreso de la Republica aprobó una norma que programa la eliminación del CAS hasta el 2013, dando estabilidad de a pocos a los trabajadores, además de buscar unificar los diversos regímenes laborales, pero como siempre “hecha la ley, hecha la trampa”, pues a pesar de contar con la anuencia del Ejecutivo, las amenazas de despido hoy se ha reforzado y los laboralistas indican que solo 40 mil trabajadores han renovado contrato.

Siempre se dice que los extremos son malos, pues hasta los años 80 existía la estabilidad laboral luego de tres meses, lo que produjo el aumento de la burocracia, hasta que con el ingreso de Fujimori a la Presidencia en los 90  se anulo de un solo plumazo, dejando desprotegido a los trabajadores. El estado tiene que hilar fino para evitar que este tipo de abusos por que los organismos gubernamentales son los primeros en incumplir con los derechos laborales,  para realizar una auténtica inclusión social; por otro lado se debe resolver el  estado de los beneficios  sociales de los trabajadores, pues si se ha trabajado diez años y de allí se entra como nuevo, se han perdido todo ese tiempo sin tener nada ahorrado.

La labor del Ministerio de Trabajo en coordinación con los sindicatos laborales y los especialistas en el tema, es evitar que los trabajadores no sean los perjudicados por que lo primero que harían los empleadores aplicar  la ley del embudo.