PRESIDENTES
O TIRANOS REGIONALES
Nuestro
país desde el inicio de su vida republicana
nació con el modelo centralista, herencia de los conquistadores
españoles, es decir LIMA ES EL PERU,
por lo tanto cualquier obra o cambio en alguna jurisdicción o provincia debía
pasar por la mesa departes del ministerio respectivo, demorando la ejecución de
estas, a la vez dio superioridad a mucho
de los allegados a los poderosos.
Con
el crecimiento de la economía y la necesidad de crear polos de desarrollo, en
el primer gobierno de Alan García hubo un tímido intento de cambiar el panorama
pues de 24 departamentos pasamos a tener 13 regiones, uniendo dos o más
jurisdicciones, pero como todo proceso tenía que realizarse los ajustes necesarios. Ya con la reglamentación
dada por el Congreso, se creó el cargo de Presidente Regional que tenía como
acompañantes a los Consejeros, la función principal era como el Tucuyricuy (El
que todo lo sabe y todo lo oye) durante el incanato, velar por el progreso de
su comunidad respetando siempre las normas debidas.
Así en nuestro calendario electoral ya no solo elegíamos a Presidente de la
República, Congresistas y Alcaldes, sino también se agregó otra casilla, los
integrantes del gobierno regional, para algunos de los noveles Presidentes
Regionales el tener ese cargo significaba ser inmune como el mismo mandatario
de la nación, actuando a veces en forma irresponsable y prepotente, olvidando
su función principal velar por el
bienestar comunal.
Incluso
muchos de los electos tenían cierto pasados oscuro por cuestiones judiciales,
lo que generaba una manipulación por parte de dirigentes regionales que
presionaban a emitir normas que iban contra lo establecido, como fue el caso de Puno donde el Presidente
Regional firmo un documento prohibiendo la minería, luego que el pueblo tomara
carreteras bajo el mando de Walter Aduviri, esto al final del Gobierno de Alan
García.
La
gestión de Ollanta Humala tiene una piedra bien grande que esquivar, el
proyecto Conga, que representa varios millones para el estado y el propio
Cajamarca, todo cuando ya estaba listo los estudios. Muchos de los pobladores de la zona salieron
encabezados por su Presidente Regional Gregorio Santos y un congresista
oficialista, protestando con un paro de varios días que dejo varios millones de
soles en pérdidas para el turismo.
Por
esta movida regional asistieron los ministros para las conversaciones y
caprichosamente se dijo que no querían a ellos sino al mismísimo Presidente
Ollanta, según algunas investigaciones quien está detrás de la protesta es un
ambientalista que hace años organizó a los pobladores de Tambo Grande en Piura,
para una protesta similar y hoy existe en el sitio una minería informal que ha
perjudicado la zona. Lo último que hizo
el Presidente Regional fue emitir un documento prohibiendo la minería en la
zona olvidando los rangos en normas legales y también todo indica que se uso
plata del canon que se recibe para movilizar a la población, es decir se hizo
una malversación de fondos.Ante esta crisis, el Congreso trabaja un proyecto de ley que pretende evitar esta clase de situaciones, pues el caso de la ordenanza regional cajamarquina se verá en el Tribunal Constitucional. Uno de los cambios es cambiar la denominación por Gobernador Regional para distinguirlo del Presidente de la República, frente a esto el representante regional de Ancash, César Álvarez ha amenazado con comprar kits electoral para pedir la conformación de una asamblea constituyente porque siente que con solo el cambio de nombre pierden poder, agregando que diez colegas suyos lo acompañan en su cruzada. Da la impresión que los Presidentes Regionales se sienten señores feudales olvidando que hay descentralización pero también hay sujeción al
gobierno central.
EL DUO DINAMICO SANTOS ALVAREZ
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