SMOG
VERSUS SALUD
Los
autos que circulan nuestras calles son tantos que si el Presidente Leguía viera
la avenida Arequipa se volvería loco por que cuando la planificó como ruta la
sur para ir a los distinguidos ranchos miraflorinos o al romántico Barranco, Lima no
tenía más de mil autos y claro las combis asesinas no estaban ni en mente.
Si
desea una referencia más cercana, durante la gestión edil de Luis Bedoya Reyes
en los años 60, se inició la construcción de la Vía Expresa, los comentarios al
respecto era que solo los ricos o los que tenían autos se beneficiarían, en
realidad eso era el inicio de la modernización de nuestra capital.
En
pleno siglo XXI, muchas vías rutas han sufrido una metamorfosis ampliando cada
vez más las pistas, pues este año se anuncia que ingresaran al Perú mas de cien mil nuevos autos, dejando
las calzadas mas chicas, por ejemplo la avenida Garcilaso de la Vega (Wilson), Tacna
han perdido prácticamente la berma central y la Arequipa crece a de poquito
pues estas son acceso que soporta todo el tráfico público y privado. Ante tan
grande crisis las diversas autoridades municipales buscan la respuesta al atoro
de autos, combis, custer y buses.
Queda
por demás decir que la Vía Expresa de los ricos va quedando chica, teniendo ya
nuestra ciudad la una similar que circula entre la Plaza Grau y el Hospital Dos
de Mayo, esta invasión motorizada ha generado altos niveles de anhídrido carbónico
(CO2) o smog, que nos ha puesto a la par
de Santiago de Chile o México DF, cosa inimaginable hace 50 años atrás.
Ya
desde hace buen tiempo una corriente ecológica recorre el mundo para
descontaminar las grandes metrópolis, comenzando por bajar la cantidad de plomo
en los combustibles hasta el uso más constante de la bicicleta, sino recordemos
que China se caracteriza por usar este medio de transporte, a pesar del ingreso
de los autos de lujo, también Europa cuenta
con el sistema de estaciones donde uno vía tarjeta se moviliza en bici y luego
la deja en otra estación, incluso Estados Unidos se une a esta corriente pues
muchos trabajadores lo prefieren antes que el automóvil, frente a esto el Perú
aun está en pañales.
A
nivel metropolitano existen varias ciclovias como en las avenidas Salaverry,
Colonial, Universitaria, Arequipa o la Costa Verde, además de otras
independientes(por no llamarlas solitarias) a nivel distrital; son varios kilómetros
pero no están unidas y lo más grave es la falta de respeto para el ciclista por
parte de los choferes de autos que piensan que la vía fue hecho solo para
ellos, por eso una vez al año se realiza una marcha de protesta para generar
conciencia en la ciudadanía por este atropello.
Es
destacable los esfuerzos que se realizan por dar ese espacio para las
bicicletas, como el “ciclodia”, organizado por la Municipalidad Metropolitana
de Lima, que cierra toda la avenida Arequipa desde las 7 de la mañana hasta la
1 de la tarde, brindando este espacio para practicar ciclismo, patinaje o caminata,
también el programa piloto de la Municipalidad de San Borja por implementar una
estación de bicicletas como en Europa, agregándose los grupos que organizan las
salidas que agrupan 20 o 30 personas.
Una actividad importante fue la II bicicleteada “Alto al CO2”, organizada por
el Banco de la Nación.
Para mejorar nuestra
Lima y liberarla del CO2, se debería fortalecer más el Programa Municipal de Transporte no
Motorizado, incluso implementar ciclovias hacia el centro de la capital
para generar un turismo más ecológico y
abrir otras como en las avenidas Javier Prado (uniendo Magdalena –Surco), Canadá
(uniendo Lince- San Luis), Benavides o Angamos. El beneficio de una obra de
esta envergadura nos solo fomenta salud sino que básicamente nos libraría de
estar en la lista de ciudades contaminadas, para tener el 2021 un aire casi limpio.
SALUD Y LIBERTAD, TRANSPORTANDOTE EN UNA BICI
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