domingo, 1 de abril de 2012


INVASIONES Y EL PODER ECONOMICO



El hablar de invasión de propiedad pública o privada  nos lleva a imágenes como la presencia  policial, de jueces, fiscales  para realizar el desalojo al haberse cometido un ilícito, pero la pregunta en estos días es Que tan lícito es  invadir una zona residencial y repetir esta historia en algún otro distrito de la gran Lima.

Esto se ve reflejado en el crecimiento de las casas residenciales  en la Urbanización  “Los Álamos”- Surco, donde los vecinos  bajo la excusa del riesgo por robo y el abandono municipal de a pocos tomaron el área proyectada  para los parques 21 y 23, incluso algunos han construido piscina para el solaz familiar, agregándose que estos “ metritos” se han cercado para mayor seguridad.

En todo el Perú, suele suceder que la necesidad de vivienda es alta y provoca que muchos traficantes de tierras organicen invasiones tomando por la fuerza lugares destinados a parques, postas médicas o centros educativos aun sin construir, frente a esto se toma las acciones legales si se resiste a dejar el lugar . A la luz de la verdad muchas de esas personas no tienen donde vivir y tienen apellidos como  Quispe,  López,  Díaz, etc., otros sin embargo solo desean traficar con la propiedad, generándose el enfrentamiento con bombas lacrimógenas, golpes, niños como escudos humanos, de hecho la orden deben cumplirse , pues prima el beneficio comunal.

Pues en este punto llegamos a la comparación entre estos Quispes, López o Díaz y los residentes de apellidos ilustres  de “Los Álamos”, ambos han tomado algo que no les pertenece, pero, la aplicación de la justicia no suele ser igual pues primeros son pobres y los segundos pudientes- empresarios y con sus hijos en colegios de paga - . Según los residentes de” Los Álamos”, indican que los basurales y el abandono de las partes posteriores representaban un riesgo, por eso lo tomaron y que ellos han gastado en cercar el área.

Hoy tratan de imponer sus reglas vociferando a los funcionarios municipales expresiones como ¿cuándo se han preocupado por el lugar? o ¿Yo he gastado mi dinero en poner esos árboles? , ante esto el Alcalde Gómez trata de aplicarla ley  para defender la propiedad comunal de Surco.

Los invasores muy  sueltos de huesos han  dicho que devolverán lo tomado a la comuna siempre y cuando los parques que se construyan sean de uso  exclusivo de los residentes  la historia no cambia, ellos piensan  que en Surco no existe la ley de libre tránsito y que no cometieron delito alguno. El burgomaestre distrital no debe ceder al chantaje, pues qué derecho se irrogan para pedir respeto y es más si lo vemos económicamente el usufructo de esos metritos demás representa varios miles de soles para las siempre alicaídas arcas municipales.

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