domingo, 1 de abril de 2012


EL GRAN SHOW

El espionaje o conocido como chuponeo es un tema que hoy resucita gracias  a la denuncia hecha por un medio de comunicación que implica a un conocido ex futbolista y a altos funcionarios de la Región Callao, automáticamente recordamos  algo que fue muy popular durante los años 80 y con los gobiernos de Alan García y Alberto Fujimori.

Al final del primer gobierno aprista, se denuncia la existencia de centro de escucha, formándose en el Parlamento una comisión investigadora con todo el show que trae, citas judiciales, roturas de puertas, etc., al final las conclusiones  no tuvieron el peso para juzgar a alguna persona o sea como se diría pura finta para ganarse sus cinco minutos de fama, pues entre los implicados estaba personas muy cercanas al poder y funcionarios de la entonces Compañía Peruana de Teléfono.

El nuevo Presidente Alberto Fujimori y su oculto asesor Vladimiro Montesinos en los 90, revolucionaron el espionaje en el Perú instalando cámaras de video en la famosa salita del sin por donde pasaron políticos, empresarios, viéndose como se compraban conciencias, a esto se agrega los modernos equipos que permitían interceptar teléfonos hasta correos electrónicos – cortesía de la CIA -infiltración en los  sindicatos, en los partidos opositores y donde se oliera un tufo anti fujimorista.

A la caída del régimen, gracias a la salida del video Kouri – Montesinos, el Congreso con mayoría peruposbilista forma una gran comisión donde nuevamente vimos a los padres de la patria pasearse por  el SIN, locales que eran centros de escuchas, con la consiguiente parafernalia de fotos  y cámaras. Esta vez los principales implicados por suerte pudieron ser detenidos  en su mayoría  menos el líder Fujimori que cayó varios años después.

Ya el régimen toledista, algunos de los equipos de espionaje y los operadores de estos se perdieron en el tiempo y el espacio, pero un día el mismo mandatario fue víctima de escucha cuando  al interior de la Casa de Pizarro dijo “Yo conozco a mis pescaditos”, inmediatamente sus congresistas saltaron y formaron una comisión para investigar donde estaba el micrófono, quien lo puso, quien era el traidor, al final nada de nada, no se determino exactamente que paso, quedando demostrado que solo son políticos y no especialistas en un tema tan sensible.

Con el regreso de Alan García las cosas se calmaron y en los últimos años de su régimen se descubrió un red de espías bajo el nombres de Busness Track,  BTR que destapó los conocidos petroaudios, cayendo todo el gabinete  Del Castillo, siendo apresados funcionarios del gobierno, también el 2010 Lourdes Flores era grabada cuando sostenía una conversación telefónica con  Xavier Barrón. En estos días el Poder Judicial sentenciaba a los integrantes de BTR y casi al mismo tiempo se conocía que los funcionarios de la Región Callao vivían espiados.

Es bien conocido que nuestro Congreso tiene un alto índice de desaprobación y para ganarse algunos puntitos busca meterse en cosas que no debe, pues ahora más de un congresista  ha dicho que fue chuponeado por  estas espías chalacos y nuevamente piden que la Comisión de Fiscalización se inmiscuya en el tema llamando a los implicados para que declaren, es decir haciendo una labor paralela a la del poder judicial.   

Aquí se puede aplicar un refrán muy sabio ZAPATERO A TU ZAPATO, pues el Congreso esta para hacer leyes, no para invadir los fueros ajenos, es decir convertirse en juez, que encima los hace mal pues cada comisión y sus grandes conclusiones no tienen ningún mandato judicial, solo sirven para  la foto y que se proyecten para sus futuras postulaciones.




   


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