EL
GRAN SHOW
El espionaje o conocido como chuponeo es un
tema que hoy resucita gracias a la
denuncia hecha por un medio de comunicación que implica a un conocido ex
futbolista y a altos funcionarios de la Región Callao, automáticamente
recordamos algo que fue muy popular
durante los años 80 y con los gobiernos de Alan García y Alberto Fujimori.
Al final del primer gobierno aprista, se
denuncia la existencia de centro de escucha, formándose en el Parlamento una
comisión investigadora con todo el show que trae, citas judiciales, roturas de
puertas, etc., al final las conclusiones
no tuvieron el peso para juzgar a alguna persona o sea como se diría
pura finta para ganarse sus cinco minutos de fama, pues entre los implicados
estaba personas muy cercanas al poder y funcionarios de la entonces Compañía
Peruana de Teléfono.
El nuevo Presidente Alberto Fujimori y su
oculto asesor Vladimiro Montesinos en los 90, revolucionaron el espionaje en el
Perú instalando cámaras de video en la famosa salita del sin por donde pasaron
políticos, empresarios, viéndose como se compraban conciencias, a esto se
agrega los modernos equipos que permitían interceptar teléfonos hasta correos
electrónicos – cortesía de la CIA -infiltración en los sindicatos, en los partidos opositores y
donde se oliera un tufo anti fujimorista.
A la caída del régimen, gracias a la salida
del video Kouri – Montesinos, el Congreso con mayoría peruposbilista forma una
gran comisión donde nuevamente vimos a los padres de la patria pasearse
por el SIN, locales que eran centros de
escuchas, con la consiguiente parafernalia de fotos y cámaras. Esta vez los principales
implicados por suerte pudieron ser detenidos
en su mayoría menos el líder
Fujimori que cayó varios años después.
Ya el régimen toledista, algunos de los
equipos de espionaje y los operadores de estos se perdieron en el tiempo y el
espacio, pero un día el mismo mandatario fue víctima de escucha cuando al interior de la Casa de Pizarro dijo “Yo
conozco a mis pescaditos”, inmediatamente sus congresistas saltaron y formaron
una comisión para investigar donde estaba el micrófono, quien lo puso, quien
era el traidor, al final nada de nada, no se determino exactamente que paso,
quedando demostrado que solo son políticos y no especialistas en un tema tan
sensible.
Con el regreso de Alan García las cosas se
calmaron y en los últimos años de su régimen se descubrió un red de espías bajo
el nombres de Busness Track, BTR que
destapó los conocidos petroaudios, cayendo todo el gabinete Del Castillo, siendo apresados funcionarios
del gobierno, también el 2010 Lourdes Flores era grabada cuando sostenía una
conversación telefónica con Xavier
Barrón. En estos días el Poder Judicial sentenciaba a los integrantes de BTR y
casi al mismo tiempo se conocía que los funcionarios de la Región Callao vivían
espiados.
Es bien conocido que nuestro Congreso tiene
un alto índice de desaprobación y para ganarse algunos puntitos busca meterse
en cosas que no debe, pues ahora más de un congresista ha dicho que fue chuponeado por estas espías chalacos y nuevamente piden que
la Comisión de Fiscalización se inmiscuya en el tema llamando a los implicados
para que declaren, es decir haciendo una labor paralela a la del poder
judicial.
Aquí se puede aplicar un refrán muy sabio ZAPATERO
A TU ZAPATO, pues el Congreso esta para hacer leyes, no para invadir los fueros
ajenos, es decir convertirse en juez, que encima los hace mal pues cada
comisión y sus grandes conclusiones no tienen ningún mandato judicial, solo
sirven para la foto y que se proyecten
para sus futuras postulaciones.
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