BUSCANDO
UN CONGRESO
Las
encuestas realizadas periódicamente por distintas empresas, revelan que el tema de credibilidad de los organismos
públicos lo que están jalados son el Congreso de la República, el Poder
Judicial y la Policía Nacional por diversas razones, burocracia, lentitud,
falta de servicio a la comunidad y corrupción.
En
el caso del Poder Legislativo, el descredito
se da desde hace tiempo, sino recordemos por que Alberto Fujimori cerro
el Congreso en 1992 (tenia 60 senadores y 120 diputados), se asume por
obstrucción al régimen y por ineficiente, de allí se redujo a 120 representantes, donde el sistema era
múltiple, no zonal como se hacía normalmente, el resultado casi el mismo, solo
se trabajo la nueva constitución y algunos asuntos más de acuerdo con el
momento del país.
Para
los especialistas algo criticable era la calidad de los nuevos congresistas, por allí tuvimos
a Susy Díaz, sin carrera alguna, solo conocida por ser una vedette gano una
curul poniéndose el número trece en una parte del cuerpo emulando a la
Cicciolina (artista porno italiana), al ser el legislativo una representación
nacional, también se debía garantizar conocimientos básicos sobre este
organismo (gran parte del cerrado congreso eran abogados, doctores, ingenieros,
etc.), pero solo se usaba para obtener mayoría política.
En
general lo que ha destacado varias gestiones del Congreso ha sido el bajo nivel de las leyes producidas, donde
la preocupación era saludar por el aniversario de un pueblo “x” o luchar por
crear una universidad sin presupuesto. Esto agregado a los altos ingresos que
reciben por su cargo (aun no se sabe cuánto es oficialmente), los beneficios
por gastos operativos (que al final lo sumaron a su emolumento), empeorando su
imagen, presentándolo como una agencia de empleo y recuperación de gastos de
campaña.
Muchos
sobrenombres han surgido en cada gestión congresal como el “mataperro”-
congresista que mato de un balazo un inofensivo perro- , la “lavapies”, -
conocida por ser una abogada que obligo a su empleada a realzar labores extras- , o el “comepollo” –
congresista que por justificar gastos fue a parar a los fueros judiciales por
falsificación de documentos. A todo esto
no falto la colocación de la familia en los staff de otros congresistas y también de las amigas especiales.
La
nueva gestión gubernamental ingreso el 28 de julio con bríos de tolerancia cero
a la corrupción, honestidad e inclusión social, pero solo fueron intenciones,
pues en esta pléyade de legisladores cayeron el congresista oficialista Amador
Romero “el comeoro”, por sus concesiones mineras y otros colegas suyos con
problemas judiciales que no quieren afrontar y por otro lado su Presidente
Daniel Abugattas, con mal genio que n aguanta critica alguna su gestión.
La
verdadera labor del congreso está pendiente, falta elegir al Defensor del
Pueblo, pues desde que Beatriz Merino terminó su periodo el actual es interino,
también los miembros del Tribunal Constitucional deben ser renovados y los
directivos del Banco Central de Reserva igualmente. Según algunos
parlamentarios falta consenso, pues parece que se busca colocar gente cercana a
la línea gubernamental.
UN VERDADERO VOTO DEMOCRATICO