jueves, 24 de mayo de 2012


NO SE LO DIGAS A NADIE

El ser sacerdote o militar tienen algo en común, la prohibición de discrepar sobre los lineamientos de conducta, en el lado castrense eso se llama  orden debida, por eso si un oficial no cumple se le juzga y puede ser dado de baja, algo similar ocurre con los clérigos, pues deben ceñirse a las órdenes superiores, caso contrario el Consejo Episcopal y el arzobispo le llaman la atención.

Pero el mismo trabajo pastoral hace que los sacerdotes vivan la realidad cotidiana, desde aquel párroco de una zona pudiente hasta el que trabaja con los más pobres y sea considerado  un apoyo a la comunidad, como es el caso del Padre Gastón Garatea, por opinar sobre temas polémicos en la iglesia, se ganó por parte del Cardenal Juan Luis Cipriani, la no renovación de sus credenciales como sacerdote secular y prohibirle ejercer su trabajo en Lima, eso es lo que se conoce.  

Al respecto este mandato arzobispal ha despertado una corriente de apoyo donde el pastor de la iglesia peruana se está quedando solo, si analizamos el pasado de sancionado, la labor eclesiástica lo ha desarrollado  en zonas andinas donde abunda la necesidad y la pobreza, por eso con fundamento emite opiniones, además de eso se ha ganado el respeto  de la comunidad, siendo miembro del profesorado de la Universidad Católica. El cuestionamiento viene por su posición frente al celibato, también por sus posición sobre las uniones homosexuales (no las apoya, ni las rechaza) y la controversia entre el Arzobispado y la Pontificia, por los bienes de este centro de estudio superior. Eso es lo más claro, que tras las evasivas intenta esconder el Cardenal Juan Luis Cipriani, escudándose en no dar razones por el castigo al Padre Garatea.   
LA PIEDRA EN EL ZAPATO DE CIPRIANI....LA CATOLICA


Sobre el celibato, se ha dicho bastante, hay posiciones a favor y en contra, tanto así que existen grupos de sacerdotes casados con hijos, pero excluidos de la iglesia, el otro día al comentar el tema con alguien me dijo: “ la doctrina obliga al celibato, si no le gusta que se retire”, pero la realidad nos revela a muchos sacerdotes sucumbiendo ante la tentación de la carne (caso del Presidente de Paraguay, Fernando Lugo, con varios hijos a cuestas), otros terminan abusando de los feligreses, frente a lo cual el Papa ha tenido que  pedir perdón, pues el refrán dice: “ Dios perdona el pecado, no el escándalo.

Para algunos nos da la impresión que el ser más querido por la comunidad, despierta en el Cardenal Cipriani la envidia y busca la forma de perjudicar a la otra persona, tanto fue el apoyo y entre ellos del mismo Monseñor Bambaren, además de  varias comunidades religiosas. Desde mi punto de vista y aunque suene mal, lo sucedido con el Padre Garatea, es comparable a lo acontecido con Jesús y los miembros del Sanedrín, pues pese a las prohibiciones Jesús curaba a los enfermos el sábado, se mezclaba con los impuros, es decir hacer el bien sin mirar a quien; una verdadera vocación.
PADRE GARATEA...PROHIBIDO OPINAR
Al respecto el líder pastoral de la iglesia, no puede tildarse “libre de culpas” pues recordemos que en 1990 durante la campaña electoral que ganó Alberto Fujimori, ordenó sacar al Señor de los Milagros, frente a una supuesta amenaza evangelista, mostrando también un apoyo casi publico al candidato Vargas Llosa, es decir ser un guía espiritual no debe impedir que podamos discrepar en algunos aspectos de nuestro trabajo. Como fue puesto en un titular de periódico “la inquisición del siglo XXI”, Garatea ha sido llamado a reconvenir sus opiniones, pero de no cambiar vayan juntando la leña o buscando el sambenito para pasear al sacerdote rebelde. Tal como dice la biblia, no seamos sepulcros blancos por fuera, mientras que por dentro todo se pudre.

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