ESTERILIZANDO LA JUSTICIA

Nuestro celebre  literato Abraham Valdelomar dijo: “El Perú es  Lima, Lima el jirón. de la Unión, el jirón. de la unión el Palace Concert, y el Palace concert…yo”, esta expresión  resume en pocas palabras el modelo de crecimiento del país, donde las provincias, distritos y caseríos no figuraban en los planes de gobierno, entonces Lima de tener 50 mil habitantes en 1912 pasó a tener millones de habitantes en poco tiempo.

A nivel mundial el tema del control de la natalidad es una preocupación de los gobiernos, por eso se implementan programas  como el reparto de preservativos, pastillas anticonceptivas, lo que es la eterna guerra entre la iglesia que defiende los métodos naturales y las organizaciones internacionales que propugnan la libertad de elección, esta reflexión se hace para analizar qué acciones se tomaron en el Perú durante el gobierno de Alberto Fujimori.

FAMILIAS NUMEROSAS PERO POBRES

Cuando el país salía de la crisis económica heredada por el Apra, comenzó a crecer gracias a las inversiones extranjeras, pero al mismo tiempo la población seguía en aumento, entonces se proyectó un plan de esterilización voluntaria, dirigido sobre todo a las mujeres de menores recursos, el cual sería trabajado por el Ministerio de Salud en coordinación con sus direcciones regionales.

El resolver el crecimiento poblacional tenía varias soluciones, en primer lugar una intensa campaña para concientizar a las mujeres para implementar el uso de los métodos anticonceptivos (pastillas, te de cobre, preservativos, etc.), pero se aplicó las esterilizaciones que según los funcionarios del régimen fujimoristas llego a cien mil al termino de su tercer periodo el 2000.

Las mujeres afectadas por esta medida, asesoradas por las organizaciones feministas presentaron ante el Poder Judicial una denuncia por que las esterilizaciones nunca fueron voluntarias, sino forzosas, acusando a varios ministros de salud como responsables de esta acción, incluyendo al mismo Alberto Fujimori, al parecer el expediente durmió el sueño de los justos pues todo indica que por ser gente de poco recursos no se les hacía caso.

Ahora se conoció algunos testimonios sobre la forma como se realizaba esta labor de esterilización “voluntaria”, una de ellas conto que una ambulancia se paseaba por la comunidad para encontrar a su víctima, era una acción parecida como se ve en las películas de los camiones de la perrera municipal, buscando a los perros vagos. Cuenta la testigo que una vez dentro de la ambulancia vio unas 15 mujeres retenidas, después fueron llevadas al centro de salud donde se les obligaba a desvestirse para ser echadas en una camilla y anestesiarla para que se ejecute la operación.

SIN DERECHO A OPINAR SOLO ESTERILIZADAS

Otra cuenta que sabiendo eso, paraba escondida para evitar ser detenida, pero igual fue subida a la ambulancia y ya en el centro de salud, la enfermera le dijo: “cholita tú tienes hijos como cuyes, aquí te lo vamos a arreglar”, pero ante la negativa de aceptar ligarse las trompas, con ayuda del personal se le echo sobre la camilla y con  manos y pies amarrados, se hizo la operación.
Este abuso médico se debió en primer lugar porque a los galenos se les obligaba a tener un número de personas operadas, pero lo peor es que algunas de las víctimas terminaron con un cáncer y no se respeto su decisión, además de ser maltratadas por cuestiones raciales.  El problema que radica en este expediente es la lentitud y a veces al parecer la complicidad por parte de jueces y fiscales en apoyo a las funcionarios del régimen fujimorista.