FONDO
NACIONAL DE VIVOS
El
sueño de la casa propia, es lo más anhelado por un trabajador, para lo cual
ahorra su dinero en un banco, mutual o ente financiero que le garantice cumplir
ese deseo, y como es una obligación del estado velar por el beneficio del
ciudadano también se implementa programas de vivienda, generados con los
impuestos, un buen ejemplo de ello fueron las unidades vecinales en Matute,
Mirones, durante el primer gobierno del Arquitecto Fernando Belaunde.
Cuando
el líder acciopopulista fue elegido nuevamente Presidente de la República,
estaba vigente el pago asignado al Fondo Nacional de Vivienda (FONAVI) que era un descuento en la
planilla del trabajador, para asegurarle a futuro su casa en algún conjunto habitacional, construyendo
las Torres de San Borja, Torres de Limatambo y otras obras en provincia, aquí
se postulaba luego de cumplir requisitos correspondientes y de salir sorteado
se tenía la casa propia. En algún momento
estos proyectos fueron al archivo, sin embargo se seguía descontando
y ante la falta de recursos
financieros se recurría a los fondos de
vivienda para obtener el dinero necesario.
Durante
el gobierno de Alberto Fujimori, se decidió derogar este impuesto, pero quedaba
algo por resolver ¿Qué sucedería con los aportes de los miles de trabajadores?
¿A dónde fue a parar tanto dinero? , el tema paso desapercibido, pues había
otras cosas más importantes como la
crisis galopante heredada del primer gobierno aprista, el problema subversivo,
pero mientras duro el impuesto algunas
familias lograron obtener su casa
propia, mientras otros esperaban que por
lo menos se les diera un terreno o crédito para mejorar su hogar.
A
partir del 2008, un grupo de aportantes
del FONAVI, empezó a solicitar al Presidente García la devolución de su
dinero, pero no eran escuchados y así se conformó la Asociación Nacional de
Fonavistas del Perú (ANFP), que llamó a todos aquellos que cargaron este
impuesto derogado, para lograr el sueño de la casa propia, luego de varios años
olvidado el tema.
El
sistema de la ANFP, funcionaba de la siguiente manera, el interesado se
inscribía con diez soles y mensualmente aportaba una cuota, mientras que por su
parte los responsables buscaban al abogado que los asesoraría legalmente, pero
la cantidad de perjudicados era tantos que los diez soles se por miles (o a la “n” como se diría
matemáticamente”) y se acudió ante el Jurado Nacional de Elecciones para
solicitar un referéndum, con las planillas respectivas, mientras que el gobernó
expresaba que era imposible devolver esos aportes.
Después
de una larga lucha legal, se logró la aprobación del proceso, que acarrearía un
gasto fuerte al estado y la pregunta era
si uno estaba o no de acuerdo con la devolución del dinero del Fonavi, por
lógica se respondería que “si”, pero también aprovechando esta situación este
grupo presentó una lista a la Presidencia y al Congreso, a pesar de que al ser
consultado sobre sus pretensiones categóricamente decían que las firmas era
solo para referéndum. Al final, gano el “si”, pero sus pretensiones políticas
fue un fracaso
Ahora
el actual gobierno ha conformado la Secretaria Técnica para el tema, abriendo
una página web para inscribirse, pero como siempre los vivos tratan de hacer su agosto timando a los
fonavistas con el cuento que de estar inscrito en una asociación le pagaran más
rápido sus beneficios. Al respecto esta comisión estatal debería ir por todos
los medios y publicar folletos donde se dé claramente los requisitos para inscribirse en este
programa. Tenemos que evitar a los astutos que quieren formar el Fondo Nacional de los Vivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario