ESPIRITU
MALIGNO DE CUERPO
La
honestidad, entrega y servicio al pueblo por parte de los congresistas esta
cada día peor, muestra de ello son los delitos de varios padres de la patria,
pues el retorno de Omar Chehade, Celia Anicama y Amador Romero (todos de la bancada oficialista), removió
nuevamente la calidad de parlamentarios
que soportaremos hasta junio del 2016.
Es
bueno recordar el porqué del caso Chehade, se basó en la reunión con altos
jefes policiales en un restaurante miraflorino para tratar el tema de la
cooperativa Andahuasi, estando también
presentes el hermano del representante oficialista y un amigo de este, donde se
hablo incluso del desalojo de un grupo para darle el control al bando
contrario. El proceso de investigación se inició en la Comisión de Ética, que
recomendó una suspensión de 120 días, claro que el show fue el paso de los
generales por el Congreso, al final, cuando
estaba a un paso del desafuero en la Comisión Permanente fue salvado por
Yehude Simon que no consideraba delito el que fuera también segundo
vicepresidente se inmiscuyera en un tema
judicializado
La
oficialista Celia Anicama, fue acusada por trasmitir ilegalmente a través de su
empresa de cable que tiene en Ica canales que no estaban dentro de su contrato
y que pertenecía a Telefónica, lo peor
era que las señal emitida era un canal para adultos siguiendo a uno de niños,
cuando se intervino el local se decomisó gran cantidad de equipos, por eso se
le bautizo como la “roba cable”. Para salir del paso la congresista aludió a
una campaña por parte de medios de comunicación
comprados por el Alcalde de Ica por supuesto malos manejos, hizo su teatro ante las comisiones del congreso
que la investigaron, pero igual se le sancionó con 120 días de suspensión.
Finalmente
Amador Romero, también de Gana Perú, que integraba la Comisión de Energía y
Minas, representando a Madre de Dios, aquí nuevamente los medios cumplieron un
papel importante pues a raíz de un
informe sobre la depredación de la zona selvática del parque ecológico de
Tambopata, se descubrió que el representante oficialista era dueño de varios
concesiones, algo que negó en su declaración jurada antes de tomar del cargo,
por eso se le bautizo como el “comeoro”. Al momento de iniciar las
investigaciones intento confundir a sus
colegas, diciendo que no era dueño, después que ese olvido de poner ese dato, pero como las mentiras tienen patas
cortas se enredo en su propia telaraña y fue suspendido por 120 días ,
recomendando la Comisión de Fiscalización que el Poder Judicial continúe viendo
le caso.
La
opinión pública conociendo el actuar acostumbrado del parlamento, era de la
idea que pesar de los delitos con la mayoría
del partido gobernante y sus alianzas políticas trataría de salvar
a sus representantes. Dicho y hecho
Omar Chehade solo terminó chamusqueado, pues solo renunció a la segunda
vicepresidencia pues el retiro del apoyo de Ollanta Humala sepultó su
terquedad. En relación a Anicama y Romero siguen hoy procesados en el Poder
Judicial, pero como siempre el proceso va a velocidad de tortuga coja.
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