COMUNIDADES DE MUERTE

Las personas sumergidas en el mundo de la drogadicción son un problema que los países tratan de resolver aplicando diversas estrategias, pero igual la cantidad de gente que ingresa a formar parte de los consumidores de cocaína, marihuana, heroína, etc.es cada día más, agravándose pues el inicio del drogadicto es a menor edad según los estudios médicos.

Por ejemplo en Europa ante la cantidad de adictos, varios gobiernos optaron por despenalizar la marihuana, como lo hizo Holanda asumiendo que así el numero de se reduciría, pero  hoy tiene más drogadictos y se está pensando en cambiar de estrategia. En Estados Unidos también el problema se trata permitiendo a la persona adicta poseer una cantidad límite, con las consecuencias conocidas de actitudes violentas que incluye asesinatos.

¿Cuál es la situación en Perú? Las investigaciones hechas revelan que nuestro país 150 mil adictos a diferentes drogas, frente a esto ¿Qué hace el estado? Según las normas el Ministerio de Salud debe proveer una estrategia de ayuda  pero el tema no es de mucho de interés salvo por el trabajo de lucha antidroga del Ministerio del Interior, Defensa y Justicia. El apoyo estatal debe implementar programas que permitan al adicto asistir a hospitales del estado donde se le proporcionará auxilio para salir de este vicio.

El abandono y la poca importancia del tena, tiene cifras espeluznantes, se calcula que nuestra capital tiene 60 mil adictos, frente a lo cual solo hay tres lugares donde se les puede brindar asistencia, un total de 60 camas en caso que se necesite internamiento (en Arequipa otras quince), falta de preparación de verdaderos especialistas que  contribuyan a los jóvenes a salir de las drogas.

Ante esta crisis se crearon las comunidades terapéuticas, dirigidas en los primeros años por psiquiatras y un staff de médicos,  pero ante el arrollar avance de personas enfermas  por estas sustancias ilegales, los llamados centros de rehabilitación aumentaron esta vez puestos y manejados por personas particulares, poniendo como equipo de apoyo a ex drogadictos sin tener un plan de trabajo eficaz para enfrentar este mal. Se conoce que se hace ocupar a los internos en oficios, también se apela a la oración, quizá el más conocido es el Centro Victoria.

UN PROBLEMA MUNDIAL SIN RESOLVER

Estos centros de rehabilitación funcionan bajo autorización del Ministerio de Salud  y los gobiernos locales, pero dos hechos alarman sobre cómo se regentan estos lugares, en enero de este año un incendio dejo 27 muertos y varios heridos en una de las tantas comunidades terapéuticas en San Juan de Lurigancho, luego de apagar las llamas se exteriorizó el hacimiento  en que vivían, habitaciones cerradas con candado y el responsable era un ex adicto que al momento del siniestro no se encontraba en su puesto. Al investigar se  descubrió que por este internamiento se pagaba 200 soles mensuales e incluso el desconocimiento hizo que una madre que tenía un hijo afectado por ludopatía estuviera allí y muriera en desastre.

Ahora también en Chosica, otro fatal accidente ha enlutado a 14 familias, donde se repite la historia de peligro, pues los internos de esta comunidad terapéutica estaban encerrados bajo llave en su habitación, las investigaciones indican que posiblemente en el primer piso funcionaba una imprenta clandestina lo que por el material inflamable aumento el fuego.

CENTRO TERAPEUTICOS UN PELIGRO CONSTANTE

Una solución pedida a gritos por los especialistas es la reglamentación y manejo de las comunidades terapéuticas (ley29765) que a pesar del tiempo el Ministerio de Salud aun no cumple con esa  labor, también se recomienda la construcción de un hospital exclusivo para tratamientos de drogadictos y aumentar el presupuesto para tema de salud mental. ¿Cuántos más tendrán que morir para tener la ley en plena vigencia?