JUVENTUD
PERDIDA
Una
palabra que produce temor al pronunciarse
es “Pandilla”, pues la proliferación de
estas a nivel de nuestro país ha generado una preocupación por parte de
las autoridades, donde cada noche ya no se puede llegar a casa después de
cierta hora, porque nos vemos expuestos a ser asaltados por estos grupos
integrados por lo general por menores de edad que andan con armas de fuego,
verduguillos, sin respetar la vida, logren o no quitarle a la víctima sus
posesiones.
Según
la Dirección Policial de Lima, nuestra capital es asolada por 235 pandillas,
que están integradas por siete mil 570 menores entre 7 y 17 años, hasta un máximo
de 25 años, es toda una generación donde los valores están basados en un líder,
pero la forma de combatirlas son aisladas pues algunos comisarios buscan los
mecanismos para disuadir a estos chicos, como campeonatos deportivos entre las pandillas
que las soluciones violentas solo traen muerte y problemas ante la justicia.
MAS ASESINATOS CAUSADOS POR PANDILLAS
Es
importante buscar las causas de la formación de estos grupos, podemos encontrar
que la desintegración familiar es una razón fuerte pues los hogares
disfuncionales, donde la madre es abandonada, también la violencia que viven
pues las escenas de maltrato que se dan entre los cónyuges hacen que los niños
deseen salir del seno de la familia en busca de un apoyo y eso lo encuentran en
la calle y la pobreza pues un 60% de los miembros de la pandilla provienen de
sectores pobres donde la falta de empleo
hace que no terminen sus estudios primarios.
Parte
importante para la vida de las pandillas es el alcohol y las drogas, que al llegar el
novato debe probar si desea ser parte del grupo, agregándose a esto que se le
enseña a robar para que pueda sobrevivir, durmiendo en lugares peligrosos. Las bandas
están encabezadas por mayores de edad con amplio prontuario policial, incluso con ingreso a penales
explotando a cada uno de los menores, una forma de retratarla se vio en la película
nacional “Gregorio” `producida en los años 80.
Uno
de los factores que se cuenta para el incremento de las pandillas son el
conflicto interno que se vivió en hace 30 años con los crímenes, coche bombas generados por Sendero Luminoso, a estos
menores que quedaron huérfanos de padres tuvieron un problema pues crecieron con los parámetros de
violencia o fueron captados por los terroristas para su desquiciada lucha.
Esto
agregado a las pandillas que asolan a otras capitales de provincias como
Trujillo, donde el aumento de la delincuencia y los sicarios pone en riesgo la
vida de cada persona, pues luego de un gran esfuerzo hecho por la Policía y la
justicia cuatro pandilleros fugaron de un centro de rehabilitación encabezados
por el delincuente más joven del Perú “Gringasho” y sus compinches, hiriendo a
otros internos de bandas rivales.
Al
no plantearse el estado un verdadero plan de trabajo para recuperar a estos niños
y jóvenes, pues esos programas hechos aisladamente por comisarias se terminan
al cambiar las jefaturas en cada distrito. Ahora se está ejecutando el Programa
de Justicia Juvenil (PJJ), los organizadores indican el éxito obtenido pues se
recupera a los jóvenes dándoles educación
y formación en oficios. Todo lo bueno debe ser replicado por eso un
representante del Poder Judicial dijo que por un joven que participa en el PJJ
se gasta 117 dólares, mientras que aquellos que están internos en algún lugar
de rehabilitación se usa 417 dólares.
UN PROGRAMA SOLIDO Y BIEN HECHO PARA JOVENES
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