CON
VIH NO HAY MATRI
Las
estadísticas de personas infectadas por el sida
generan una serie de discriminaciones en la comunidad, porque a pesar de
los años desde que se conoció la
enfermedad, al tener conocimiento sobre un infectado por más amigo o allegado
que sea, inmediatamente se le aísla por el temor de contagio al solo contacto de
la mano.
Considerado
en un principio la enfermedad de los
homosexuales o gente promiscua, la cantidad de enfermos en nuestro país empezó
a aumentar, afectando también a hombres y mujeres, usando para detectar el sida
la prueba de Elisa, hasta el día de hoy muchos cosas han cambiado, pues a nivel
mundial los gobiernos implementan
políticas de salud, que incluye
la provisión de retrovirales para los infectados, campañas informativas
para evitar más víctimas; sin embargo las cifras siguen en aumento.
También
es importante distinguir de los infectados por el SIDA y los portadores de VIH,
los primeros son víctimas que en el
tiempo pueden distinguirse con los síntomas de la enfermedad, mientras lo
segundos son a primera vista personas sanas, según las cifras oficiales el
2007, se registraron 20 mil 110 casos de sida y 29 mil 771 portadores del VIH,
la mayoría de ellos reportados en la costa y selva, pero muchos siguen haciendo
su vida sin saber que tienen la peste del siglo.
Frente
a todo esto, la felicidad de los contrayentes de matrimonios civiles se ve
truncada porque algunos municipios pone entre sus requisitos para casarse la
prueba de Elsa, aquí en Lima son ocho distritos que aplican esta norma,
Chorrillos, Jesús María, La Victoria, Rímac, Bellavista, Callao, Carmen de la
Legua, La Perla y Ventanilla, así ellos dan su propia interpretación al artículo 241 del Código Civil, que indica:
“… que aquellas enfermedades que sean crónicas y trasmisibles por herencia son
un impedimento para contraer matrimonio”
Al
respecto la Defensoría del Pueblo ha tomado cartas en el asunto, indicando que
dicha medida es excesiva, abusiva y vulnerable a los derechos básicos de la
persona, porque de aplicar la lógica de los municipios, que solicitan la prueba
de Elisa, también los infectados por la
hepatitis B también estarían prohibidos de
casarse, sin tomar en cuenta los avances de la medicina, pues ahora
métodos para las madres gestantes con VIH puedan dar a luz a niños sanos, todo
parece indicar que ahora los trabajadores del registro civil tienen una
maestría en medicina.
Representantes
de ONGs, opinan que el código civil es
un dispositivo muy antiguo que no se adecua a la realidad, agregando que si una
gran mayoría de parejas deciden casarse es porque ya conviven y solo buscan
regularizar su estado, al respecto una representante de Promsex solicitó un
análisis de cuáles son los límites de la
injerencia que tiene en la vida de los ciudadanos la ley 26626, indicando que
de realizarse el examen de VIH, solo se
debe informar al interesado y no hacerlo público, ni formar parte de un proceso
administrativo.
Otro
dato importante es que 54 municipios a
nivel nacional de los 193 exigen la prueba de Elisa, sin embargo aun no está
claro para la ciudadanía la forma de contagio del sida, es por eso que los
recursos estatales para proveer los retrovirales es mínimo y el costo de los
productos comerciales es inaccesible a los más necesitados, que solo esperan
vivir el fin de sus vidas.
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