LOS
MUERTOS Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Durante
el tiempo del virreinato, cuando fallecía las personas, el cuerpo era llevado
en hombros, sobre una plataforma a exposición de todo el mundo, era llorado,
criticado pero finalmente recibía cristiana sepultura, per la costumbre de
pasear a los difuntos como en el siglo XVII, aun se puede ver con algunas
muertes ocurridas recientemente.
Para
muestra varios casos que han llenado páginas enteras de diarios
y reportaje televisivos. Caso 1: Alicia delgado, conocida folklorista
asesinada el 2006, la principal sospechosa
Abencia Meza, las investigaciones sobre el caso revelaron un mundo
truculento, celos, ambiciones financieras, complicidad, violencia, etc.; a
pesar de ser enterrada en algún camposanto, la cantante no descansó en paz por
cerca de cinco años, por las complicadas situaciones al interior de este
crimen.
Segundo
ejemplo: La empresaria Miriam Fefer, asesinada el 2006, los sospechosos, su
hija Eva, Liliana Castro y el sicario Trujillo Ospina, luego del crimen se vio
las posibles causas, encontrándose también el tema financiero de las empresas;
sin embargo a pesar de estar enterrada las implicancias hacen que el cuerpo de la empresaria aun sigue
expuesto. En los próximos días la justicia dará su veredicto final, pero sí de
hecho no favorece a los acusados entonces apelaran, por lo que tendremos Fefer
para rato.
LA VENTA JUSTIFICA CUALQUIER COSA
Finalmente,
Ciro Castillo-Rojo, joven universitario
muerto en el Cañón del Colca, durante una expedición turística, la
principal sospechosa, su enamorada
Rosario Ponce, es conocida la historia que la joven fue encontrada perdida, pero el que
batalló para ubicar el cuerpo del estudiante
fue su padre que luego de 6 meses halló los restos de su hijo, ahora está en
manos del Poder Judicial y el Ministerio Público la resolución del caso, pero
como van las cosas las apelaciones están
a la vista.
Qué
hay de común en estos tres casos? El alboroto armado alrededor de cada
uno, donde – con vergüenza ajena digo –
los medios de comunicación son responsables por que las portadas de cada uno de
ellos alimentaban el morbo popular revelando relaciones lésbicas de Abencia
Meza con otras mujeres o la vida homosexual de
Eva y Ariel y los supuesto engaños
de Rosario Ponce en su vida de pareja con Ciro Castillo, cada día era buscar un nuevo ángulo de la noticia, moviendo a la opinión pública de
un lado a otro.
Ahora,
un nuevo crimen se suma a esta lista, el
asesinato de Ruth Sayas, que participó en el programa “el valor de la verdad”, ganando
quince mil soles por revelar su vida privada, tema que es y será aprovechado
por muchos pues se pone el caso como feminicidio, es más la misma Ministra de
la Mujer, Ana Jara, participó en el sepelio de la joven, olvidando algo
importante, que hay muchas Ruth Sayas en
el Perú, mostrando así el figuretismo la funcionaria de gobierno, sin aprender
lo sucedido con los niños de Ranrapata.
Sin
duda, los medios de comunicación empezaran a hurgar en la vida del asesino
Bryan Romero, sus relaciones sociales, costumbres, etc., todo por mantener a
sus lectores y espectadores pegados, alimentando el voyerismo, pero ¿Cuál es la
responsabilidad del programa de televisión? Desde mi punto de vista, quizá algo
moralmente responsable, por copiar formatos que en otros países fueron rechazados,
es decir aplicando el pensamiento “dar lo que le gusta a la gente” y no “ darle
a la gente lo que se debe”
Estos
hechos nos deben llevar a la reflexión que los medios de comunicación son herramientas de cultura,
camión de basura que en lugar de recoger los desperdicios deja un paquete cada
minuto a través de la pantalla, convirtiendo la tele en una caja más boba y los
periódicos en material que solo sirve para envolver pescado.
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